¿Qué son los focos de enfermedades?
Son zonas donde aparecen o se propagan enfermedades. A menudo se trata de áreas geográficas específicas, como un país, una ciudad, o un continente, aunque también pueden ser lugares más pequeños, como un edificio o una comunidad.
Estudiar los focos de enfermedades nos ayuda a comprender cómo se propagan y se controlan las enfermedades. También nos permite identificar áreas donde es más probable que se desarrollen, lo que nos ayuda a tomar medidas preventivas.
De ahí la importancia de buscar la detección temprana de estos focos, antes de que se produzca un crecimiento y propagación difíciles de frenar.
¿Cómo se detectan los focos de enfermedades mediante análisis de aguas residuales?
Para la detección temprana entra en juego la monitorización de «entornos de interés». Uno de los principales son las aguas residuales urbanas, pues su análisis microbiológico nos permite detectar la circulación de virus y otros tipos de enfermedades en la población.
Este análisis de aguas residuales se realiza tradicionalmente mediante el uso de técnicas de muestreo.
Se toman muestras de agua de las aguas residuales y se analizan en busca de patógenos. Las muestras se pueden tomar de diferentes lugares, como pozos, tuberías o depósitos de aguas residuales.
Los análisis se realizan en laboratorios y pueden detectar una amplia variedad de patógenos, incluidos virus, bacterias, hongos y protozoarios.
Estos análisis nos permiten identificar los focos de enfermedades en aguas residuales y tomar medidas para controlar y prevenir su propagación.
Automuestreo y monitorización continua
Ese proceso supone mucho tiempo, puesto que hay que enviar a un técnico para la toma de muestras, hacerlas llegar al laboratorio y esperar a su respuesta para ver los resultados. Además este proceso se realiza de forma periódica, por lo que podría pasar bastante tiempo entre análisis y análisis.
En la detección de focos de enfermedades el tiempo es vital. Cuanto antes tengamos la información antes podremos reaccionar. Aquí es donde entran en juego los sistemas de automuestreo y monitorización continua.
Tecnología Water biosense
Para implantarlos se realiza la instalación de dispositivos en la masa o masas de agua a analizar.
Estos dispositivos están conectados a un sistema informático que permite que se comuniquen con un panel de monitorización y gestión central.
Una vez instalados, estos dispositivos tomarán muestras de forma periódica (periodicidad que se establece y modifica desde el panel central).
El análisis de la muestra se realiza en el propio dispositivo, que está preparado para detectar un espectro concreto de patógenos y parámetros microbiológicos del agua.
Esto es lo que se conoce como “automuestreo”.
Monitorización continua
Este sistema analiza muestras continuamente, por lo que podemos consultar el estado del agua en tiempo real.
La monitorización continuada es lo mejor para lograr alertas tempranas y, por tanto, tomar medidas correctivas realmente efectivas.
Cuanto antes detectemos un foco más probable será tratarlo satisfactoriamente y evitar que vaya a más.
Conclusiones
- La detección de focos de enfermedades es vital para controlarlas y prevenir su propagación.
- Una de las formas más eficaces para encontrarlos es el análisis de aguas residuales.
- Cuanto antes reaccionemos más eficaces serán nuestras medidas correctivas.
- Los sistemas de automuestreo y monitorización continua son las herramientas más eficaces para lograr una detección temprana.
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